Columnistas

La hora de la acción

FERNANDO BARROS T. Abogado, Consejero de Sofofa.

Por: FERNANDO BARROS T. | Publicado: Lunes 6 de mayo de 2024 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

FERNANDO BARROS T.

Nuestro país se desenvuelve en una profunda crisis, golpeado por la horrible matanza de tres carabineros, acribillados y quemados en acto de servicio en circunstancias que deben esclarecerse con prontitud, constituyendo una nueva acción en una imparable escalada de delincuencia que la ciudadanía exige sea combatida con energía, priorizando que se ponga atajo a la inseguridad por sobre el garantismo en favor de la delincuencia y la persecución de las fuerzas de orden que cumplen con la labor de cuidar que la ciudadanía toda pueda vivir segura.

No se trató de un acto aislado, sino que otro más de los cientos de delitos que han venido ocurriendo en Chile a partir del 18 de octubre de 2019, en que, irresponsablemente y por oportunismo, comunicadores, dirigentes politicos y sociales junto a presuntos custodios del respeto de las garantías fundamentales y del estado de derecho, apoyaron o mantuvieron un cínico silencio ante la escalada de violencia que se apoderó de nuestra sociedad como una nueva pandemia, frente a la cual no se ha aplicado la vacuna más efectiva que contempla nuestro pacto social, cual es la del rigor de la ley.

“Los carteles, mafias, sicarios, descuartizamientos, secuestros y otras formas delictivas crecen a pasos agigantados, mientras que la inversión, la economía, la educación... caen aceleradamente”.

Vuelven a nuestras mentes las imágenes de las vergonzosas actuaciones de quienes rigen hoy nuestros destinos, los que, abusando de sus investiduras o fueros, enfrentaban e insultaban -para las cámaras- a los miembros de las fuerzas armadas y de orden que resguardaban el orden público en la emergencia, con lo que permitían o facilitaban el actuar impune de delincuentes y terroristas en la destrucción de bienes públicos y privados, saqueos y vejámenes a los ciudadanos.

Este dramático escenario de violencia e irracionalidad no fue gratis. Tuvo altos costos que está pagando todo el país, pero en especial los mas vulnerables, pues no solo generó el que muchos perdieran su confianza en Chile, que la inversión y creación de empleos cayeran en picada, creó expectativas imposibles y constituyó un llamado a la narco delincuencia y profesionales del delito a tomarse un territorio tradicionalmente protegido de las lacras que azotan muchas sociedades americanas.

Los carteles, mafias, sicarios, descuartizamientos, secuestros y otras formas delictivas crecen a pasos agigantados, mientras que la inversión, la economía, la educación, la atención de salud pública, al igual que nuestra población, caen aceleradamente. A la violencia de la macrozona sur se ha sumado una criminalidad más violenta, con métodos y crueldad importados, asociada al ingreso irregular al país de delincuentes internacionales y “agencias” o “filiales” de carteles, trenes y nuevas estructuras delictivas, lo que ha elevado en más de un 40% en un lustro los crímenes más graves, llevando a Chile a dejar atrás la controlada criminalidad que mostraba orgullosamente.

Al igual que las enfermedades entran fácilmente en un cuerpo con bajas defensas, Chile pasó a ser tierra fértil y acogedora para los graduados en delincuencia, nacionales y extranjeros, ya que nuestras autoridades y parte de la sociedad, en especial las elites y quienes están llamados a ser referentes culturales y morales, han evidenciado un complejo ideológico en la lucha contra el crimen, una solidaridad culposa para con delincuentes y violentistas y un rencor traumático contra las fuerzas armadas y de orden, lo que ha configurado un escenario de debilitamiento de la fuerza y efectividad del combate de la delincuencia, del respeto a la autoridad policial, y del poder disuasivo del imperio de la ley y la aplicación del rigor de la justicia.

Lo más leído